Mi amigo Juanjo, Montero con mayúscula dice siempre que “los monteros hemos venido al mundo a penar” y es cierto. Que pesadas y duras son las migas con huevos fritos, chorizo y pimientos, el jamón, el queso, las judías o las patatas guisadas, el vino, el café calentito; Juanjo es un cachondo. Que aburridos son los lances, las ladras: ¡las monterías!
Estuve hace unos días disfrutando de semejante tortura, hospedado en Hotel Rural “El Zorzal” en la Venta de los Santos (Jaén) donde reina por derecho Mercedes que con tiento, simpatía y una sonrisa de órdago a la grande nos proporciona una estancia igual o superior a la que tenemos en nuestra propia casa: ¡Ole, Ole y Ole por Meche! Juanjo su marido le da pasión al arte venatorio y este mejunje te hace sentir divinamente, te hace sentir en la gloria.
Transcurrió la montería con sendos lances a dos venados que mis retinas grabarán para siempre en mi memoria. Luego la comida, la tertulia y la junta de carnes. Fue realmente impresionante la cantidad y calidad de los venados: había un par de ellos que seguro son de medalla.
Finalizó la jornada cinegética; las despedidas que nunca son divertidas y el propósito de volver el año que viene” a penar” como dice mi amigo y Montero Juanjo.
Abrazos,
Aldo Mariotti
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