Paco Leiva “Caimán”
El que le cantaba a
los gorrioncillos (pobrecillos).
He tenido en mi vida la gran suerte de
conocer gente de todo tipo, algunos muy inteligentes y, entre estos, conocí a
Don Francisco Leiva, para mí Paco Caimán. Así me lo presentaron y así le llamo:
"Caimán".
Hace algunas fechas escribió un muy interesante
artículo titulado "Prima Donna" donde tuvo a bien elogiarme. A los 55 años, y el que diga lo
contrario miente como un bellaco, te sigue gustando que te elogien y te ensalcen,
especialmente que te ensalcen ya que otras cosas se ensalzan menos, bastante
menos, nada o casi nada.
Mi amigo Caimán, está en las antípodas
de mi pensamiento político, ¡faltaría! No podría jamás pensar como él ya que me
saldrían sarpullidos, y creo firmemente que el pensamiento es recíproco, no se
equivoquen. Nuestros enfrentamientos dialécticos eran cada vez más radicales, a
ver quién la decía más gorda, sin ningún pudor ni respeto, para echarse a
temblar. Se llegaba a la amenaza física, violenta, pero nunca llegó, ni
llegará; de hecho, si tuviesen que dar una definición de "perro ladrador,
poco mordedor" deberían publicar una foto de los dos haciendo ganchillo.
Las manos de Caimán son como las de un
dentista de esos que te fías solo con vérselas y no como las mías, con dolores (
reuma, artritis y artrosis para parar un carro) que apaciguo tomando un sinfín
de pastillas de cartílago de tiburón que ridiculizarían al mismo Spielberg y a
su tiburón de marras.
Él Culé, yo Periquito pero predominando
el blanco sobre el azul (en mi caso). Lo he tenido que aguantar en Copas
de Europa, Copas de Su Majestad el Rey y ligas hasta decir basta.
Ninguna persona de derechas que se precie, aguanta a otra de su mismo pensamiento político y si es radical, menos todavía, porque, nos cueste o no reconocerlo, la mayoría de los de derechas somos insufribles. Caimán en cambio es un izquierdista, eso sí, izquierdista de Sebago (últimamente parece ser que se ha pasado a la firma de zapatos Crockett & Jones lo cual es una auténtica afrenta y un insulto al Imperio Británico), de la izquierda divina (gauche divine), como la llaman para hacerse los interesantes. De divino nada y de toca pelotas todo.
Nos hemos enfrentado en discusiones que
serían dignas de estudio por parte de Sigmund Freud y de cualquier
psiquiatra que quiera ganar el Nobel de medicina. Fellini nos pone una cámara
delante y los Oscars le caen como el granizo. Diría que hay algún bebedor
compulsivo que después de escuchar una de estas discusiones entre los dos se ha
ingresado, lo ha dejado y se ha rehabilitado; otros seguramente han empeorado,
y la mayoría ha doblado el consumo etílico.
Días de peleas sin cuartel a ver quién
era el que mejor “marmitako” guisaba: está claro que el mejor es el mío, no lo
duden.
"¡¡¡De la alçada de un
Campanar!!!" es la célebre frase de Caimán cuando expresaba estar convencido
de tener la razón, que era algo que decía a diario y encima resultaba cansino.
Casi nunca la tenía, igual que yo, pero cuando sacaba el índice del dedo inquisidor, levantándolo
hacia el cielo y esgrimiéndolo como una espada era, es y sigue siendo,
infalible para embaucar a los incautos.
En cambio "No tienes ni
p...idea" era mi frase que, como se puede dilucidar, es mucho más delicada
y democrática. Yo no podía esgrimir el dedo inquisidor por los dolores
reumáticos y también por miedo a que mi vodka se cayera al suelo.
Por cosas que harían reír a un
escarabajo pelotero hemos discutido horas, días y semanas, pero
entre los aromas del cigarrillo, del vodka y de la ginebra, empezamos a forjar y a fraguar
una amistad de 5 estrellas.
Ahora, como es un izquierdista de pro,
vive en Sant Cugat que, de todos es conocida como una población que no ofrece
dudas.
Ya no lo veo tanto y me duele mucho el
alma, me duele porque es un amigo y un tío con una inteligencia privilegiada
del que me gustaría disfrutar a diario, el negarlo sería una estupidez y una
falsedad. Es un fuera de serie, es divertido, es culto (y si no sabe de algo se
lo inventa…se non é vero é ben trovato)
dinámico, dicharachero, rápido, fulminante... es inteligente…Miren si es genial
e inteligente que no se toma ni la molestia de....de nada.
Para no parar de reírnos de nosotros
mismos deliberábamos quién estaba mejor de los dos físicamente hablando… y con
menos tripa…. La verdad es que los dos gozamos de un pecho caído de alucine, pero
que vale una pasta porque no sabemos ni lo qué son hamburguesas de fast food, ni fritos, ni porquerías varias. Somos
tripones y triperos de marmitako, de fabadas, de buenos pescados (a la plancha
ni hablar, que es de enfermos), de buenas carnes, de cocidos o escudella i carn
d’olla, de marisco, que con sólo mirarlo el ácido úrico salía a bailar por
rumbas, de manjares privilegiados. “¡Paco, nos tendríamos que apuntar a un
gimnasio!” si aquel día no le dio un infarto de la risa ya no le da nunca. Mi
reflexión era seria hasta que empezaron a llegar los otros amigos que venían
del gym, y llegamos a la conclusión de que ir al gym era arriesgarse a coger
gérmenes y que eso era de hippies, y soltamos alguna reflexión absolutamente
incorrecta, irrepetible en este momento.
Aprendimos a reírnos de nosotros mismos y así funcionamos. A amigos que venían del
gimnasio, los mirábamos y lo primero que pensábamos era la envidia que nos causaban
con esas camisas fit, fit, fit y que nos creaban estrés sólo con mirarlas. Tenían
y tienen menos carne que una bici, son metrosexuales... allá ellos con sus
manías, pero el fit, fit , fit de marras te obligaba y te obliga a meter tripa
y, claro, llegas a casa con un grave problema respiratorio y con unas agujetas
de campeonato. Al final nos íbamos de “tapadillo” con nuestros respectivos
embarazos, embarazos de ocho meses largos, para soltar nuestros falsos y
brindar por aquellos masoquistas.
Pero el súmum, lo máximo es lo de su voz
privilegiada cuando canta "gorrioncillo qué melancolía…." que según él
las notas las pone TOTES A PUESTO”… es su opinión....que no coincide con la de
los gorriones que han emigrado para no volver, ni con la mía…, pero el
sentimiento que le pone y le ponía desgarraba el alma....y los oídos.....
Gracias Caimán por tus palabras, eres un
número uno a pesar de todos tus defectos deportivos y políticos que atesoras y
que son "com la alçada de un campanar", dedo índice arriba incluido.
Pero eres y serás siempre un número uno
con un alma de cinco estrellas.
Mi abrazo más entrañable.
Tu amigo.
Aldo Mariotti