Hace ya un par de años que mi base de operaciones
cinegéticas la he instalado en Puertollano. Preguntarás Ustedes el porqué. La
respuesta es larga pero sencilla. Uno de los factores determinantes e que a
Puertollano llega el AVE directamente desde Barcelona lo cual no deja de ser
fundamental y claro cuando llegas te encuentras con el Sheriff de esa localidad
que no es otro que mi amigo Don José Luís Herrera que me recoge y me lleva al
hotel aparte de guardarme munición y enseres varios para practicar el arte
venatorio, el Sheriff me lleva a todos los sitios y me lo soluciona todo.
Este fin de semana pasado he vuelto a la ciudad manchega
para disfrutar de un fin de semana de montería. Los cazadores, los monteros
somos bastante sibaritas y el buen yantar y el mejor beber no lo perdonamos ni
por asomo. Las migas en la montería son de obligado cumplimiento aun siendo
colesterol en vena, has de estar muy enfermo para no tomarlas. Pero eso es harina
de otro costal y como diría Jack el destripador, ¡Vamos por partes!
En Puertollano el restaurante El Cazador es sin lugar a
dudas una catedral gastronómica, la calidad de sus productos y la materia prima
son de primerísima fila, los pescados y
mariscos, la carne, todo fresquísimo. Don
Luís “Luisito” lo llamo yo ya que es de humanidad como la mía, o sea pequeñito. Es el propietario y te atiende de
maravilla aunque yo prefiero que me atiendan Ángela y María José que son guapas
“pa’ aburrir” y que tienen unos ojos y una sonrisa que te quitan el sentido…¡el
hambre no! Con buen apetito degustamos pescados y carnes y un pisto que solo el
pisto vale un viaje a esa catedral gastronómica. Toni es el que “tira” las
cañitas de cerveza como pocos, con su espuma en la justa medida, el vaso frío y
con más arte que Curro Romero metiendo una verónica rondeña y ojito que Curro
es mucho Curro, pero Toni también. No hay que descuidarse porque el amigo Toni
te pone aperitivos en cada ronda y como te descuides ya has comido, merendado y
cenado ¡Un fenómeno! No puedo olvidar el arte de los dos “chefs” Alfonso y Juan
Carlos que aun teniendo una materia de primerísima calidad entre las manos estos dos fenómenos sabe cómo funcionan los fogones y son unos artistas de
la cocina, todo en perfecto estado tanto de sabor como de presentación, ¡de
cinco estrellas! Volviendo a Ángela y a María José yo no entiendo que les
habrán dado de comer a estas dos mujeres cuando eran pequeñas porque tanta
belleza no se entiende, al menos yo no lo entiendo, pero sus progenitores eran
y son unos artistas de primera magnitud.
Comidos y mejor bebidos transcurrimos el resto de la tarde
charlando de la caza de la perdiz con reclamo, que en la Mancha la llaman
“pájaro” y en Andalucía “Cuco”. Mi amigo el Sheriff es un catedrático en la
materia y cuando te explica vivencias y destapa el tarro de la sabiduría te parece estar en el monte metido en el puesto, escuchando al “pájaro” cantar y
viviendo el lance.
Descanso reparador y al día siguiente a cazar. Monteamos una
de las manchas de la finca “El Gargantón”. Su propietario Octavio es persona de
trato exquisito aparte de tener una finca que es una autentica joya. Las migas
excelentes, los puestos fantásticos. La montería transcurrió muy bien, se cobraron varios cochinos con
bocas más que aceptables. Gracias también a mi amigo Rosillo que siempre se
acuerda de mí y me llama para montear fincas de ensueño.
Volvimos tarde a Puertollano después de conversar con otros
monteros y hablando siempre de lances, calibres, rifles y visores.
Al día siguiente, al despuntar el día, otra vez de montería. En esta ocasión a la provincia de Jaén en la finca “Nava el
Sach” otra finca espectacular, di buena cuenta de unas reses entre ellas un
venado cuyo lance no olvidaré. Gracias a mis buenos amigos Risoto y a Marín que estuvieron a la
altura de las circunstancias y como siempre con una amabilidad exquisita. No pude quedarme ni
a la comida ni a la junta de carnes ya que el AVE sale puntual y no te espera. Llegamos con el
tiempo justo para tomar un piscolabis en el Cazador. Luisito casi nos pone un
banquete real…la sonrisa de Ángela, los ojos de María José, los ojos de Ángela,
la sonrisa de María José…por un momento tuve ganas de perder el tren.
Puertollano tiene cosas magnificas y que por desgracia no
todos conocen, ¡lástima! Por eso, desde aquí les digo que vayan, que conozcan
esta ciudad manchega y disfruten de la amabilidad de sus gentes y de sus
paisajes maravillosos. Vale la pena, se lo aseguro.
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