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miércoles, 29 de agosto de 2012

El 28 de Agosto de 1947




El 28 de Agosto de 1947, fue sin duda un día aciago para el mundo del toreo. Don Manuel Laureano Rodríguez Sánchez “Manolete” fue cogido de gravedad en la plaza de toros de Linares. El toro Islero de la ganadería de Don Eduardo Miura, le propinó una cornada que a la postre fue letal. Todos sabemos que hubo un error garrafal al suministrarle un suero que estaba en malas condiciones, pero la cornada fue de Islero y Manolete dejó este valle de lágrimas el día 29 de Agosto del 1947 a las 5 de la madrugada. He tenido el privilegio de conocer a algún aficionado que le había visto torear y con un nudo en la garganta recordaba las tardes del diestro de Córdoba. Su quietud, su pundonor y honradez le hacían torear a todos los toros como si fuesen buenos. Cambió muchos conceptos del toreo. Hubo un antes y un después de su trágica muerte. Pocos videos quedan del diestro cordobés, pero los pocos que quedan los he visto todos y realmente, aun siendo las imágenes algo deficientes, te das cuenta de la grandeza que atesoró Manolete.
Los toreros son de otra pasta y estoy convencido de ello ya que se enfrentan a la muerte, al triunfo y al fracaso a diario.
Le dijo un día Don Ramón Del Valle Inclán a Don Juan Belmonte “Su grandeza es tal que solo le falta morir en la plaza”, Belmonte le contestó “Se hace lo que se puede” y el mismo Belmonte escribió que Joselito el Gallo (Muerto en Talavera de la Reina el 16 de Mayo de 1920 por el toro Bailaor) fue mejor torero que él, porque supo morir en la plaza.
Han pasado años, décadas y estos recuerdos forman parte del amor a la fiesta. No creo que haya ningún aficionado a los toros que odie a un toro asesino, es parte de este mundo y la muerte está siempre presente. Guste o no.
Recuerdo con pena muchas cogidas mortales que en algunos casos viví en persona y otras porque sucedieron cuando la afición a los toros me podía. La muerte de Paquirri en Pozoblanco la tarde del 26 de Septiembre del 1984: lo mató Avispado.
La de José Cubero Sánchez “Yiyo” en Colmenar la tarde del 30 de Septiembre de 1985, Burlero le partió el corazón y las que viví in situ; la primera en la Monumental de Barcelona cuando el toro Curioso le metió un tabaco mortal a Joaquín Camino el 3 de Junio del 1973;  la segunda el 1º de Mayo del 1992 cuando el toro Cabatisto le desparramó la vida en el albero al Maestro Manuel Calvo Bonichón “Manolo Montoliu”.
Para mi todos ellos son y serán leyenda, derrocharon arte en los alberos y su muerte nunca quedará en el olvido. Los que amamos la fiesta los tendremos siempre en el recuerdo. Como en el recuerdo tenemos todas esas tardes de toros, tardes de aroma y de arte.
Intentan matarnos la afición en algunas ciudades, pero están muy equivocados, no lo conseguirán ni por asomo.
A todos ellos, a los Maestros que se fueron de este mundo y que desparramaron sus vidas en el albero: Gracias, por tanto arte y por fomentar nuestro amor a la Fiesta.
Desde el Tercio de la Monumental de Barcelona saludos.

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