EL DERBY

Los derbis son siempre emocionantes, no cabe duda.
Ayer fui al campo a ver el Español-Barcelona.  Cornellá-El Prat  se vistió de gala para el partido, mosaicos, alusiones a ser más que un Club y todo tipo de referencias al partido y al eterno rival.
El derby se había calentado, no tanto por los aficionados que en mayor o menor medida estamos siempre de “pique”, el Derby se calentó por motivos extradeportivos ya que hasta el fútbol lo han conseguido politizar.
Las declaraciones que en su día había hecho el Alcalde de Barcelona haciendo referencia a la desgracia de tener un yerno “periquito” se habían diluido poco a poco, pero he que allí aparece de nuevo el ínclito alcalde para decir que por respeto al Español no iba a asistir al partido ya que él se define como “culé” acérrimo. Dos cosas: la primera es que al Español lo han echado de la Ciudad Condal, estamos entre Cornellá y El Prat del Llobregat, tenemos dos alcaldes y el señor Trias no es alcalde de ninguno de estos dos municipios. Si quiere ir al campo que pague la entrada y punto y que se ahorre sus declaraciones. La segunda es que para recaudar impuestos el dinero de los periquitos vale tanto como el dinero de los culés y es irritante que encima de pagar te llamen desgracia, ya que parte de su sueldo lo aportan los “desgracias” y ya vale de tanto insulto, de tanta tontería y salida de tono.
Hoy la prensa, en lugar de hablar del enorme trabajo y derroche de fuerza que realizó el Español, solo hablan del penalti que Turienzo (malos tiempos se acercan para este árbitro) no vio y no pitó en el último minuto. Ríos de tinta se han vertido sobre el clamoroso penalti, pero nadie se acuerda o la prensa las pasó por alto, de las jugadas que se han producido contra el Español en los derbis celebrados anteriormente. A bote pronto recuerdo dos, el gol de balonmano de Messi que le podía haber dado la liga al Barça si Tamudo no hubiese hecho justicia en aquellos últimos dieciocho segundos en el Nou Camp. O la lipotimia de Xavi en aquella jugada que protagonizó con el malogrado Jarque y que nos costó un penalti y una derrota en el último suspiro. Que no me vengan a decir que lo que pasó ya ha pasado y que “agua pasada no mueve molino” porque todavía ahora se habla del penalti de Guruceta y yo en aquella época todavía no me afeitaba.
El partido fue bonito, la lucha entre el todo poderoso contra la mosca cojonera. Tuvimos más ocasiones que el rival, jugamos al 120% y conseguimos un empate que sabe a victoria aunque a mí me sabe a poco. Luchamos hasta el final, los jugadores se dejaron la piel en el campo, los aficionados las gargantas y los nervios.
Hoy se abrirán las tertulias, los “piques”: esto es el fútbol, es una pasión que muchas veces ni se entiende ni se puede explicar.
Desde Cornellá-El Prat, desde Sarriá un fuerte abrazo.
Aldo Mariotti