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miércoles, 18 de enero de 2012

PROBLEMAS EN EL LICEO

Las cosas pasan y esto se veía venir, no ahora yo lo vengo denunciando desde hace ya varios años.
El Liceo ha sido toda la vida un teatro de tradición, de repertorio guste o no. Es increíble cómo se manipulan las informaciones, como se manipula al personal. Nos toman por tontos o por imbéciles. El PAÍS es de órdago a la grande. Un periódico que se permite el lujo de escribir y de decir que las sesiones golfas y las funciones del foyer se valoraban en 324.000 Euros, aunque sea información del propio teatro, se lo tendría que hacer mirar o al menos no creérselo. La temporada empieza con un Faust recortado por la crisis, pero no te dicen lo que se han gastado en “Le Gran Macabre” o en el “Parsifal” que han sido y son deficitarios antes de empezar.
Títulos que no interesan a nadie, compositores que los conocen en su casa; suma y sigue. Es fácil dirigir un teatro cuando el caudal de dinero es fijo y exorbitado, caviar y champaña para todos, esto ha sido hasta ahora el “Live motive”. El despilfarro y la malversación. Hablan de cultura, hablan de arte y lo colocan como un escudo, pero entre bambalinas pasan cosas alucinantes. Ahora un ERE para todos, despidos que afectan a todos: coro y orquesta incluidos, otra tomadura de pelo, nadie es capaz de decir la verdad y reconocer que en ese teatro hay mucha gente que está por decreto ley ¿Van a despedir profesores de la orquesta? ¿Cantantes del coro? ¿Pero esto es un teatro de ópera o es un despacho de la administración?  ¿De quién se quieren reír?
“The best is still to come” ya que ahora vamos a ver a los grandes pensadores artísticos que ya no podrán traer al Sr. Alagna al precio que él quiere y salvaguardar sus posaderas con nombres de postín. Ahora habrá que ver como enfocan una temporada con poco dinero y (ojalá así sea) con controles exhaustivos.
Antes de tocar a los artistas del coro y orquesta que empiecen por cancelar todas las nuevas producciones y que muevan el trasero para buscar producciones antiguas a coste bajo o a coste cero. Que empiecen a escuchar artistas nuevos y que empiecen a contratar con riesgo a su criterio y no buscando nombres que les aseguren sus posaderas. Ahora vamos a ver el gran criterio artístico y el gran conocimiento de voces. Hay que buscar títulos del gran repertorio que todo el mundo conoce y que si algo no funciona el respetable enseguida se dan cuenta. No sirve recortar títulos si es para seguir con lo que pasa ahora y no os equivoquéis que visto lo del Faust y lo de Le Gran Macabre  está todo dicho. No sirve recortar títulos para mantener nuevas producciones costosísimas y que seguirán siendo deficitarias antes de empezar.
El dinero del contribuyente es sagrado y estos se han meado encima de él. Han contratado artistas y producciones a precios inaceptables, incluso secundarios, por no hablar de las contrataciones del propio teatro. Han contratado personal que no se sabe de que trabaja ¿Alguien me puede explicar qué necesidad tiene una empresa de 390 trabajadores tener veintitantas personas en administración, más de una decena en personal y casi veinte personas en el departamento comercial?
Si el Liceo es de “tots” que publiquen las cuentas detalladamente, como en Alemania. Pero esto es imposible porque unos cuantos se quedarían con las posaderas al viento. Lo que está claro es que el teatro está mal gestionado por todos los lados.
Ahora empiezan con la monserga de que la imagen y el prestigio del teatro se verán en entredicho en el resto de Europa y del mundo: otra patraña. En entredicho se quedarán los que han dirigido el teatro hasta ahora, los que han malversado, despilfarrado y contratado sin ton ni son, no el teatro.
El año que viene es el año Verdi. Ya veremos lo que programan del grande autor, veremos que repartos traen y veremos por fin la sabiduría de quien contrata, veremos el ingenio y el saber de los responsables, veremos las producciones. Ahora hay que tirar de ingenio y de conocimiento, ya no vale el dinero porque ya no hay.

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