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miércoles, 30 de noviembre de 2011

La Mujer del César


La mujer del Cesar no solo ha de ser honrada pero debe  incluso  parecerlo. Esta es una de las tantas frases que oímos y que hacen parte de muchas de nuestras conversaciones, pero en los tiempos que corren  ni siquiera el César la cumple, ni él ni su consorte.
Educación, civismo, respeto, honradez, sacrificio, esfuerzo  y moral son en cambio palabras que caen en desuso, al menos en ciertos sectores de nuestra sociedad. Cuando el Señor Rubalcaba era ministro de educación dijo una frase que aclara y mucho el momento que vivimos “Si el alumno suspende, es culpa del profesor”. Intentar dar siempre  la culpa a los demás, el victimismo mal entendido, ahora la culpa es de Europa, ahora y siempre es de los Yankees y si no de Franco (faltaría), de los reyes Católicos, del hombre de Cromañón, o del hombre de Neanderthal si se pone a tiro. Buscar un culpable para enmascarar las propias incompetencias e ineptitudes. Ahora en los colegios atizarle a un profesor o insultarlo es el pan de cada día, se permite el tuteo cosa que es una autentica aberración.
Nuestra sociedad se pudre por momentos, desgraciadamente vemos cada día en prensa y televisión los chanchullos que nuestros dirigentes tienen. Dejan las arcas del estado tiritando, malversan dinero del contribuyente, se apropian de él indebidamente con la misma facilidad que los niños recortan monigotes de papel. El expolio continuado, el poco respeto que le tienen al dinero del contribuyente es de órdago a la grande. Luego vienen y se llenan la boca de España, del ciudadano, de las prestaciones y otros tantos argumentos que son cortinas de humo, pero la verdad es que a nuestros dirigentes les falta educación, civismo, respeto, honradez, sacrificio, esfuerzo y moral. Esta última la gran mayoría ni la conoce. No me refiero a la moral religiosa, me refiero a la moral personal de cada uno. Ahora son muchos los amigos de lo ajeno, nuestras más altas instituciones se desmoronan y nosotros los ciudadanos de a pie, casi incrédulos, como tontos vemos esta sarta de animaladas. Pretenden de nosotros el sacrificio para salir del pozo en que nos encontramos y en el que nos han metido, todo el peso de su incompetencia cae sobre nuestros bolsillos. Nosotros hasta la fecha lo único que sabemos hacer es callar y pagar.
El partido que ha ganado las elecciones debería, ante todo, hacer una limpieza de falsa moralidad incluida la de su propio partido y, una vez que se comprometan a tener un poder judicial absoluta y totalmente independiente, exigir que todos estos mangantes acaben a buen recaudo. Solo así tendrán la catadura moral de pedirle al ciudadano que cumpla con sus obligaciones, que se sacrifique y que se esfuerce.
Estamos hartos de trajes, gasolineras, cacerías, magistrados a sueldo, sociedades generales de autores,  de artistas en llevarse lo de los demás, de coronas destrozadas y de no sé cuantas cosas  más.
Familias que no llegan a final de mes, más de un millón de personas que acuden a los comedores de Caritas que viven con angustia y desesperación, pero esto parece ser que no va con ellos.
Me importan tres pares de pepinos que me hablen de trabajo, de seriedad y de rigor. Que lo demuestren y que de forma seria y estricta hagan los deberes, que destapen todas y cada una de las cloacas putrefactas, que saquen a la luz a todo el que ha robado y espoliado a este país, solo así tendrán el respeto y el hombro de todos para arrimarlo. Pero esto se consigue solo con educación, civismo, respeto, honradez, sacrificio, esfuerzo  y moral, lo demás son cuentos y patrañas. Al ciudadano hay que demostrarle la limpieza y la decencia en las cuentas de su dinero, dinero que es de todos no solo de ellos.
Saludos,
Aldo Mariotti

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