Páginas

lunes, 28 de noviembre de 2011

Pase de desprecio


 Ayer pasé por delante de mi Plaza, la Monumental y se me encogía el corazón por no decir que se me revolvían  las tripas. La que ha aplaudido los mano a mano de Manolete y Arruza, que vio morir al hermano de Paco Camino, Joaquín el 3 de Junio del 1973 por un tabaco de “Curioso”, que ha visto y vivido el arte de Bernadó, la despedida de “Rafaelillo” que ese día regó el albero con sus lágrimas, a Tomás, don José, que ha vuelto a revivir esa pasión que muchos tenían aletargada o el duende de Morante o esa soberbia faena de Lucio Sandín a un toro de banderillas negras.. Tantas tardes de ilusión, de arte, tantas tardes de tertulia, de pasión por la fiesta, de magia, de duende. La pasión por los toros, por lo aseado, por el purismo. La utilización del léxico taurino, tan amplio, tan extenso, tan pulcro, tan clarificador,
 La libertad robada, el rodillo manipulador que nos ha arrollado, atropellado. No amigas y amigos, mis sentimientos y mis palabras no son ni de lejos comparables a una verónica de Curro; el de Camas tiene rango divino, aunque mi hermana se cabree cuando lo digo. Plasmo en el teclado lo que siento y os hago participes, ahora de mis alegrías, ahora de mis tristezas, gracias a vosotros por leerlo y por darme vuestro apoyo. Me queda, nos queda Francia, Castellón, Valencia, Madrid, Sevilla, Bilbao y otras plazas de España para perpetuar nuestra afición, pero me provoca una tristeza absoluta ver mi plaza cerrada.
Espero y deseo que como en la canción de Serrat “ Los fantasmas del Roxy”, a todos estos manipuladores les hagan acto de presencia las cuadrillas, les aparezca Curro haciendo el paseíllo, o Tomás, Don José, dando un natural de cartel o a Morante metiendo un ayudado por alto de órdago a la grande y que el sonar de los timbales y clarines no les deje dormir o que tengan que tomar el olivo cuando un toro de Atanasio Fernández, al abrir la despensa, les meta un arreón, o que de pronto Don Antonio “Chenel” Antoñete  les pida lumbre para el cigarrillo, pero todos ellos sin ninguna duda meterán para rematar la faena, a aquellos que han coartado la libertad, un pase de desprecio, desmayado y clavando las zapatillas como mandan los cánones. Desde el Tercio de la Monumental de Barcelona, un fuerte abrazo, Aldo Mariotti


No hay comentarios:

Publicar un comentario